Proverbios de diferentes países.

Árabe.
La curiosidad es la fuerza de los cobardes.
El destino suele poner dos dedos sobre los ojos del hombre, dos en sus orejas y el quinto sobre su boca, y le dice:¡cállate!.
Se ha sembrado la palabra mañana, pero no ha brotado todavía.

Arameo.
No seas demasiado dulce; te tragarán. Pero no seas demasiado amargo; te escupirán.

Bantú.
No puede impedirse que beba al que inventó los pozos.

Castellano.
El mayor tesoro está en los más hondo.
En larga jornada, la leve carga es pesada.
Coger aire con redes, ¿a quién lo veredes?.
Abanico de tonta, mal manejado con una mano y peor con la otra.
La paz es la madre del pan.
No bebas agua que no veas, ni firmes carta que no leas.
Un grano no llena el granero, pero ayuda al compañero.
Dijo el perro al hueso: "Si tú estás duro, yo tengo tiempo".
El errar es maestro del no errar.
Harto le cuesta al almendro el hacer primavera del invierno.
Lo futuro no ha llegado. Y lo presente es casi pasado.

Chino.
El hombre borracho puede hablar con los dioses.
Cuando es necesario permanecer firme, convierteté en una montaña.

Danés.
Aquel a quien ayudas llevándole sobre su espalda tratará de subir encima de tu cabeza.

Egipcio.
Tira en pleno Nilo al hombre afortunado, que volverá a salir con un pez en la boca.

Estoniano.
El vergel de una mujer se oculta bajo su corpiño, y su hacienda, bajo su delantal.

Francés.
Quien se excusa se acusa.

Griego.
El cinismo es un escudo para poder hacer o decir cosas vergonzosas.
Conócete a ti mismo.
Nada es demasiado.

Hindú.
Los pájaros se cazan por las patas. Los hombres, por las palabras.

Inglés.
No desperteís al león cuando está dormido.

Italiano.
El amor hace pasar el tiempo. Y el tiempo hace pasar el amor.

Japonés.
El espejo: el alma de la mujer. La espada: el alma del guerrero.
A un mismo tiempo la muerte es tan grande como una montaña y tan tenue como un cabello.

Latino.
El águila no caza moscas.
El asno frota al asno.
De gustos y de colores no hay que discutir.
El derecho es el arte del bien y de lo justo.
Médico, curate tu mismo.
Si quieres la paz, prepara la guerra.

Persa.
La amante que te concede su cuerpo y no su corazón, te ragala rosas sin espinas.
La arena del desierto es para el viajero fatigado lo mismo que la conversación incesante para el amante del silencio.
Lo que comes se torna podredumbre. Lo que das se convierte en una rosa.

Ruso.
Caer está permitido.¡Levantarse es obligatorio!.

Tibetano.
El hígado de mi enemigo es la mejor vaina para mi espada.

Turco.
La albarda no pesa para el asno.