El inmaculado blanco del suelo de la Antártida hace de este continente uno de los lugares en donde es más fácil descubrir meteoritos. Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon en colaboración con el programa Antartic Search for Meterorits han diseñado un robot llamado Nomad, capaz de buscar y recolectar cuerpos celestes de forma autónoma.
Nomad, un robot de cuatro ruedas cargado de electrónica y sensores, está preparado para inscribir su nombre en la historia de la exploración antártica. El autómata es un cazador de meteoritos diseñado para rastrear áreas del continente blanco e identificar entre las rocas objetos de origen extraterrestre. Sus cuatro ruedas le permiten moverse por toda la superficie del continente helado y con su brazo manipulador puede localizar, mover y clasificar las rocas que encuentra mediante una cámara de alta resolución y un sistema de espectroscopia que lleva incorporados. El Nomad que ya está operando en una zona remota del este de la Antártida podría, si esta experiencia tiene éxito, ser utilizado en empresas más ambiciosas como la investigación de los terrenos lunar y marciano.
Nomad, un robot de cuatro ruedas cargado de electrónica y sensores, está preparado para inscribir su nombre en la historia de la exploración antártica. El autómata es un cazador de meteoritos diseñado para rastrear áreas del continente blanco e identificar entre las rocas objetos de origen extraterrestre. Sus cuatro ruedas le permiten moverse por toda la superficie del continente helado y con su brazo manipulador puede localizar, mover y clasificar las rocas que encuentra mediante una cámara de alta resolución y un sistema de espectroscopia que lleva incorporados. El Nomad que ya está operando en una zona remota del este de la Antártida podría, si esta experiencia tiene éxito, ser utilizado en empresas más ambiciosas como la investigación de los terrenos lunar y marciano.
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