Veo mucha gente pero a muy pocas personas.

Bienvenido.

Soy Doctor en Ciencia Infusa. Tengo un Máster en Ciencia Confusa y soy ingeniero en Ciencia Difusa. Parto de la premisa de que mi visión del Universo es única y yo, solamente yo, puedo verlo desde mi perspectiva. De modo que soy intransferible, indispensable y no retornable. Ahora bien trato siempre que puedo ver las perspectivas de los demás y hacerme una idea más amplia.

De todo lo que hay aquí no falta de nada y de todo lo que falta es que no está que también hay que explicarlo todo. Esto es, que todo lo que aquí hay es copiado, reinterpretado y nuevamente escrito ampliándolo en la medida de lo posible, que con mis conocimientos del mundo será algo bastante exiguo. -¡Pero, oye, es gratis y no hay propaganda!.

Sin embargo a pesar de mi manifiesta misantropía esta página solo busca entretener y quizá exponer temas que me han resultado interesantes y que muchos han sido repetidos una y mil veces y de otros que no encuentro información alguna. No me extiendo más, pasen, lean y entreténganse....o no, -me da lo mismo-.

Maneo nemini.

martes, 13 de marzo de 2007

El olfato.


La nariz es el órgano encargado de distinguir de lejos las sustancias agradables de las desagradables y peligrosas que flotan en el ambiente. El olor es detectado por células sensitivas situadas en dos zonas del epitelio olfativo, en el techo de cada cavidad nasal. Las dos ocupan una superficie que apenas alcanza el tamaño de un sello de correos( 5 centímetros) y, sin embargo, los científicos estiman que contienen millones de papilas que se proyectan desde las zonas ocultas sensoriales. Cada papila termina en unos cilios cuya superficie total puede superar la de la piel humana (2 metros cuadrados).


Probablemente, sólo el 2% del aire inspirado roza el epitelio olfativo, pero sus células receptoras son tan sensibles que una sola molécula de algunas sustancias basta para excitar una terminación olorosa. De este modo, la nariz humana es capaz de diferenciar entre 2.000 y 3.000 olores diferentes, aunque un perfumista experimentado puede distinguir hasta 30.000 matices aromáticos.


*El hedor a queso que exhalan los pies atrae a los mosquitos, según un investigador de la Universidad Agrícola de Wageningen, en Surinam.


Aromas para todos los gustos.

Existen nueve familias de olores que pueden ser identificadas por el olfato humano. Son los que siguen:

Etéreos: olores frutales.

Fragancia: flores.

Repulsivo: suciedad.

Empireumático: quemado.

Nauseabundo: podrido.

Aromático: almendra.

Ambrosíaco: almizcle.

Aliáceo: azufre.

Caprílico: queso.


Uno de los síntomas precoces de la enfermedad de Parkinson es la pérdida de olfato, según el Journal of Jeurology, Neurosurgery y Psichiatry.

Cuando nos resfriamos, la congestión bloquea los receptores del olor y la comida parece insípida.


Ventaja perruna.

El área de la nariz de un perro es de 150 cm/cuadrados, o sea, unas 30 veces más amplia que la del hombre. También los canes nos ganan en el número de células nerviosas olfativas por centímetro cuadrado.


Ser humano.......................5 millones

Perro faldero.....................125 millones

Foxterrier..........................147 millones

Perro Pastor......................220 millones


Ahora bien, ninguna criatura tiene el olfato tan desarrollado como la mariposa nocturna Eudina pavonia. El macho de este bello insecto tiene el don de detectar las feromonas-sustancias de comunicación sexual- segregadas por una hembra a 11 kilómetros de distancia.




La sustancia de olor más desagradable.

Son dos: el mercaptano etílico y el butil seleno-mercaptano. Quienes las han olido aseguran que despide un hedor reminiscente de una combinación de olores a gas de sumidero, cebolla, ajo, col podrida, huevo podrido y pan quemado.


Olfateando curiosidades.

Durante la menstruación, las mujeres pierden agudeza olfativa.

Para los italianos, todos los longobardos tenían mal aliento. El Papa Esteban advirtió al rey Carlos que no se casara con Enmegarda, ya que era hedionda como todos los longobardos. El rey se casó de todos modos con esta dama y, no pudiendo resistir su hedor, acabó por repudiarla.

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