- ¡Dios haya recibido su alma! A Dios, después de todo, le será más útil que a nosotros.
- Lo que hay de terrible en cuanto a Dios, es que no sabe nunca si no es un truco del diablo...
- ¿Salvar a Francia? ¿Salvar a Francia? ¿Y, entretanto, quién guardará mis vacas?
- Es bueno para los hombres creer en las ideas y morir por ellas.
- Cada uno de nosotros tiene un día, más o menos triste. más o menos lejano, en que por fin debe aceptar el ser un hombre.
- Comprender. Siempre comprender. Yo no quiero comprender.
- Nada es verdad excepto lo que no se dice.
- ¡Hay el amor!...Y después está la vida, su enemiga.
- La santidad también es una tentación.
- Siempre habrá un perro perdido en alguna parte que me impedirá ser feliz...
- Uno se es fiel a sí mismo y se basta.
- Todas las guerras son santas, os desafío a que encontreís un beligerante que no crea tener el cielo de su parte.
- Se tiene la edad que se quiere tener, y también la del dinero que se tiene.
- Las preocupaciones acaban por comerse unas a otras, y al cabo de diez años, se da uno cuenta de que sigue viviendo.
- La vida es muy bella cuando a uno se la cuentan o la lee en los libros; pero tiene un incoveniente, hay que vivirla.
Más en Jean Anouilh.
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