Tener una flor en el culo.

Tener o salirle a uno una flor en esa zona es tanto como ser persona afortunada, caso contrario de aquel de quien se dijo "eran pocos y parió la abuela". A quien tiene la suerte de cara decimos esta frase en alusión no a la flor, en su sentido principal, sino a una de las acepciones del término, muy popular en tiempos cervantinos: trampa, engaño, fulería. En el habla hampesca "descornar la flor" era descubrir al jugador su trampa, lo mismo que "entenderle a uno la flor" era descubrirle las intenciones.