Veo mucha gente pero a muy pocas personas.

Bienvenido.

Soy Doctor en Ciencia Infusa. Tengo un Máster en Ciencia Confusa y soy ingeniero en Ciencia Difusa. Parto de la premisa de que mi visión del Universo es única y yo, solamente yo, puedo verlo desde mi perspectiva. De modo que soy intransferible, indispensable y no retornable. Ahora bien trato siempre que puedo ver las perspectivas de los demás y hacerme una idea más amplia.

De todo lo que hay aquí no falta de nada y de todo lo que falta es que no está que también hay que explicarlo todo. Esto es, que todo lo que aquí hay es copiado, reinterpretado y nuevamente escrito ampliándolo en la medida de lo posible, que con mis conocimientos del mundo será algo bastante exiguo. -¡Pero, oye, es gratis y no hay propaganda!.

Sin embargo a pesar de mi manifiesta misantropía esta página solo busca entretener y quizá exponer temas que me han resultado interesantes y que muchos han sido repetidos una y mil veces y de otros que no encuentro información alguna. No me extiendo más, pasen, lean y entreténganse....o no, -me da lo mismo-.

Maneo nemini.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Quedarse a la Luna de Valencia.23

El origen del dicho, que equivale a decir que alguien no ha podido conseguir lo que esperaba o se prometía, está poco claro.
Para algunos autores, pudo surgir del hecho de que, debido al mal estado de la mar, los barcos no podían atracar en la playa valenciana para desembarcar a los pasajeros, y éstos tenían que pasar la noche en alta mar, quedando a la luna de Valencia.

Otros suponen que lo de la luna es por el nombre que los valencianos daban a la playa, en razón a su forma semicircular.

Hay folcloristas que suponen que la frase en cuestión se decía porque a ciertas horas se cerraban las puertas de Valencia, y los que llegaban a destiempo tenían que pasar la noche en un banco con forma de media luna o herradura que había a pie de la muralla. Sin embargo, para José María Iribarren, autor del libro El porqué de los dichos, el origen de la expresión es mucho más sencillo. Dejar a la luna es lo mismo que dejar en blanco; es decir, dejar a uno sin lo que pretendía o esperaba. Lo de Valencia fue añadido más tarde a la primitiva frase dejar a la luna.

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