En 1984 el ingeniero Stanley Watras empezó a hacer sonar las alarmas de seguridad en la central nuclear en la que trabajaba. Se descubrió que la radiación la traía de su casa en donde tenía un nivel de radiación 16 veces más alto que el límite de seguridad en las minas de uranio.
Este gas es altamente dañino y está considerado la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaquismo. El radón es el producto de la desintegración del uranio y el radio toda nuestra historia. Sin embargo el problema surge cuándo las concentraciones son muy elevadas. El y está presente en todo el mundo, sobre todo en las rocas que sirven de cimientos para las viviendas. No hay que alarmarse por ello o eso es lo que dicen, por lo visto hemos convivido con el radónradón del suelo, de los ladrillos y el cemento se elimina con facilidad aireando la casa todos los días.
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domingo, 18 de noviembre de 2007
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