Lo que se tenía como un certeza absoluta y que sin duda se habrá leído es un sinfín de lugares es que el graznido de los patos no producían eco, sin embargo unos especialistas muy sesudos del Centro de Investigación Acústica de la Universidad de Salford allá por el Reino Unido en el año 2003, todo esto según la revista Quo( ojito), ¿cuándo se ha visto un español hacerse responsable de nada?. Pues dice que decidió a probarlo en una cámara experimental que multiplicase el eco. El eco se repitió y se oyó algo distorsionado. Lo probaron es una sala de conciertos y allí no se hizo tan patente el eco. Revisada en el ordenador las frecuencias que componen el graznido se descubrió que el eco era ciertamente difícil de percibir por el oído humano.
Más en www.acoustic.salford.ac.uk.
martes, 2 de octubre de 2007
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