- Jamás hubiera podido poner en claro las cosas del cielo si no hubiera suspendido mi espíritu y confundido mi pensamiento con el aire.
- Nos gobiernan los ignorantes y los infames.
- No hay mayor cobardía que la riqueza.
- Una golondrina no hace el verano.
- Lo que me indigna es ver hombres con canas en las filas del ejército mientras hay jóvenes que se escabullen de las fatigas por medio de embajadas.
- Hay que ser remero antes de llevar el timón, haber estado en la proa y observado los vientos antes de gobernar la nave.
- La sátira contra los malos n tiene nada de odiosa; es, a los ojos de todo hombre sabio, un homenaje a la virtud.
- Los sabios aprenden muchas cosas de sus enemigos.
- El hombre es un ser siempre y en todo esencialemente engañoso.
- La desconfianza es madre de la seguridad.
- Para los niños, la educación es el maestro de escuela; para los jóvenes es el poeta.
- Donde se está bien allí es la patria.
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