Veo mucha gente pero a muy pocas personas.
Bienvenido.
Soy Doctor en Ciencia Infusa. Tengo un Máster en Ciencia Confusa y soy ingeniero en Ciencia Difusa. Parto de la premisa de que mi visión del Universo es única y yo, solamente yo, puedo verlo desde mi perspectiva. De modo que soy intransferible, indispensable y no retornable. Ahora bien trato siempre que puedo ver las perspectivas de los demás y hacerme una idea más amplia.
De todo lo que hay aquí no falta de nada y de todo lo que falta es que no está que también hay que explicarlo todo. Esto es, que todo lo que aquí hay es copiado, reinterpretado y nuevamente escrito ampliándolo en la medida de lo posible, que con mis conocimientos del mundo será algo bastante exiguo. -¡Pero, oye, es gratis y no hay propaganda!.
Sin embargo a pesar de mi manifiesta misantropía esta página solo busca entretener y quizá exponer temas que me han resultado interesantes y que muchos han sido repetidos una y mil veces y de otros que no encuentro información alguna. No me extiendo más, pasen, lean y entreténganse....o no, -me da lo mismo-.
Maneo nemini.
lunes, 9 de abril de 2007
Tener muchas ínfulas. 9
La ínfula era una insignia sagrada, un símbolo religioso que indicaba que la persona, monumento o animal la ostentaba estaba consagrado a la divinidad. Con ella, por ejemplo, se adornaban los sacerdotes de Ceres, Diana y Apolo en el ritual del sacrificio. Los sacerdotes paganos, así como los reyes, también se la ponían como símbolo de su dignidad.
El folclorista Joaquín Bastús añade que "con las ínfulas se adornaban los altares y los templos, y particularmente las víctimas que conducían al sacrificio; y se graduaba la importancia de ellas por el número y riqueza de las ínfulas que llevaban. De donde se formó el proverbio primitivo de víctima de muchas ínfulas, que luego se aplicó a los hombres".
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