Científicos del Centro Médico Downstate, en Nueva York, han observado que la responsable de la ansiedad en la pubertad es la hormona THP. Este compuesto actúa habitualmente como un tranquilizante en determinadas áreas del cerebro al reducir su actividad. En individuos adultos, se libera en respuesta a situaciones de tensión y produce un efecto calmante media hora después de la situación que generó el estrés.
Según los resultados de la investigación, THP invierte su papel en la pubertad: aumenta la actividad en las mismas regiones cerebrales y desencadena un estado de ansiedad permanente. Si el adolescente está sometido a situaciones de estrés, esta angustia se incrementa ya que el organismo libera más THP.