Veo mucha gente pero a muy pocas personas.

Bienvenido.

Soy Doctor en Ciencia Infusa. Tengo un Máster en Ciencia Confusa y soy ingeniero en Ciencia Difusa. Parto de la premisa de que mi visión del Universo es única y yo, solamente yo, puedo verlo desde mi perspectiva. De modo que soy intransferible, indispensable y no retornable. Ahora bien trato siempre que puedo ver las perspectivas de los demás y hacerme una idea más amplia.

De todo lo que hay aquí no falta de nada y de todo lo que falta es que no está que también hay que explicarlo todo. Esto es, que todo lo que aquí hay es copiado, reinterpretado y nuevamente escrito ampliándolo en la medida de lo posible, que con mis conocimientos del mundo será algo bastante exiguo. -¡Pero, oye, es gratis y no hay propaganda!.

Sin embargo a pesar de mi manifiesta misantropía esta página solo busca entretener y quizá exponer temas que me han resultado interesantes y que muchos han sido repetidos una y mil veces y de otros que no encuentro información alguna. No me extiendo más, pasen, lean y entreténganse....o no, -me da lo mismo-.

Maneo nemini.

viernes, 18 de abril de 2008

Álvaro. 18

Onomástica: 19 de febrero.

Variantes: Forma medieval, Alvar.

Otras lenguas: Catalán, Àlvar. Eusquera, Albar. Italiano, Álvaro.

Origen: Nombre germánico de Alwar, de all,"todo" y wers,"prudente"; todo prudente o bien eternamente precavido.

Historia: Álvaro de Córdoba, dominico español, nació en Córdoba, a comienzos del siglo XV. Se dedicó a la predicación en España e Italia. Pasó a Jerusalem, y a su regreso fue nombrado confesor de la reina Catalina de Lancaster, esposa de Enrique III de Castilla. Retirado cerca de Córdoba se entregó a la penitencia, y aun cuando el rey Juan II, al fundar el convento de Scala Coeli, le ofreció el cargo de prior, lo rehusó. Murió en 1430.

Personalidades: Alvaro de Luna, favorito del rey Juan II, que murió ajusticiado. Alvaro Cunqueiro, novelista español. Alvaro de Luna, actor español. Don Álvaro o la fuerza del sino, drama español de Ángel Saavedra Ramírez de Baquedano, duque de Rivas, de 1835. Sobre el mismo tema Verdi compuso La fuerza del destino, una de sus óperas más famosas.

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